El FMI ya había recortado al 1,4% la previsión de crecimiento para España en 2008 y al -0,2% en 2009, con una inflación de 4,5 y 2,6%, respectivamente, y una tasa de paro, en este año que echa andar, del 14,7%, la más alta entre los países analizados.
Se calcula que, para que haya crecimiento en el empleo, debe existir una suba del PIB superior al 2% (pues ese 2% se lo llevan el aumento demográfico y el reemplazo tecnológico). Pues bien, España aparece junto a Italia (-0,2%), Irlanda (-0,6%), Reino Unido (-0,1%) e Islandia (-3,1%) entre los países que registrarán una contracción económica en 2009.
Para el FMI, la economía global crecerá un 3,9% en 2008 –lejos del 5% registrado en 2007– y un 3% en 2009. EEUU lo hará un 1,6% en 2008 y un 0,1% en 2009, y la Eurozona un 1,3% en 2008 y sólo un 0,2% en 2009. La inflación del bloque europeo alcanzaría el 3,5% en 2008 y el 1,9% en 2009, mientras que la tasa de paro se situaría en el 7,6% en 2008 y en el 8,3% en 2009.
Para UBS, España se contraerá un 1,6% en 2009 y crecerá un 0,4% en 2010, mientras que la Eurozona bajará un 0,8% en 2009 y no subirá ni el 0,1% en 2010.
Según el Institute for International Finance (IIF), que agrupa a los 400 principales bancos del mundo, en 2009 la economía global se contraerá un 0,4%, algo que no ocurría desde 1960.
En mi opinión, una de las causas principales de esta crisis es la extremadamente baja tasa de interés (1%) que ofreció la Fed, que alentó así un endeudamiento desmesurado. Y resulta que la ha bajado todavía más (al 0,25%), lo que terminará por provocar otra burbuja.
Según los expertos del IIF, las economías desarrolladas caerán, en promedio, un 1,4% durante 2009, arrastradas por los problemas que aquejan a EEUU (que podría bajar un 1,3%), Japón (-1,2%) y la Unión Europea (-1,3%). El dato más desalentador es que se enfriarán las locomotoras de la demanda mundial, como Rusia (-1,5%) y, sobre todo, China (para el FMI, crecerá un 5% en 2009) y la India, que aunque seguirán en terreno positivo con crecimientos del 6 y 5%, respectivamente, mostrarán desaceleraciones pronunciadas.
El reciente Informe Económico Global del IIF sostiene que las economías emergentes deberían salir airosas de la crisis, con una expansión promedio del 3,1%. Perú y Colombia crecerán un 3,8%, Chile y Brasil un 1,5% y Venezuela rondará el 0,7%, dato en mi opinión demasiado optimista, dados los problemas que deberá afrontar Chávez con la baja del crudo.
Mientras que Chile sería "el único de la región en posición de perseguir una poderosa política contracíclica, ya que ahorró mientras duró el viento a favor en los altos precios de las commodities", el pronóstico para el trío Argentina-Ecuador-Venezuela no es bueno. "Las expectativas de mercado sugieren que siguen políticas insostenibles, que terminarán en un aterrizaje forzoso y una posible cesación de pagos", ya que aprovecharon el boom de los precios de las commodities para aumentar el gasto estatal y las regulaciones sobre la economía, dilapidando sus recursos y matando la actividad privada.
En el caso de la Argentina, el IIF estima que 2009 reportará una contracción del 0,4%. Los analistas del Morgan Stanley opinan que la economía argentina caerá un 2,2%, lo que, en mi opinión, es optimista, porque el descontrolado estatismo va camino de destruir las principales actividades productivas.
México, demasiado expuesto a los males de EEUU y Brasil, ha quedado debilitado por el declive en los precios de las commodities y entrará en rojo: del 1,8% de crecimiento en 2008 pasará al -0,5% en 2009.
Si se insiste en el estatismo, como propone el FMI, las cosas empeorarán. Y es que este organismo recomienda políticas globales de "estímulo" que pasan por el aumento del gasto público y –algo bueno– recortes impositivos, pero sólo temporarios, por la friolera de 120 billones de dólares, el 2% del PBI mundial.
ALEJANDRO A. TAGLIAVINI, miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity (Oakland, California).