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DRAGONES Y MAZMORRAS

La libertad de expresión: dos manifiestos

En  vano busco consuelo en la literatura: no lo hallo. Además, el libro que estaba leyendo cuando estalló la tragedia (Liquidación de Imré Kertész) no era precisamente el más adecuado. Sus personajes están trizados por los dos hechos más espantosos que sucedieron en el siglo XX: el nazismo y el comunismo. Nosotros caímos de bruces en el siglo XXI el 11S, y volvemos a tropezar con el futuro el 11M.

Hemos de prepararnos para ese enemigo sin fronteras, ubicuo, que se aprovecha de nuestra hospitalidad, de nuestra liberalidad (me refiero a Occidente, incluido Israel, por supuesto), hemos de prepararnos para esa batalla que no se desarrolla en ningún frente localizable y para la que no hay trinchera más adecuada ni más resbaladiza que Internet. Necesitamos muchos internautas políglotas que exploren esas barricadas multilingües en las que se cuecen los futuros ataques a nuestro mundo, que no será perfecto, pero es el menos malo de los que pululan por ahí.
 
El 11M recibí algunos correos del extranjero expresando sus condolencias por la matanza que atribuían a ETA: “¡Qué dolor para vuestro país! ¡Qué plaga!”; a partir del 14M algunas se tornaron felicitaciones: “¡Qué alivio, ha ganado el PSOE!”. Las muertes ya no son lamentables; ya no tenemos que seguir entristecidos por ellas. Es terrible decirlo, pero parecía como si al perfilarse la autoría de Al-Qaeda, en vez de horrorizarles que se internacionalizara el conflicto, les alegrara “tener a los culpables”: el trío de las Azores, pero nunca el fundamentalismo islámico, en ningún modo la internacional terrorista, “eso son mentiras que se ha inventado la derecha para mantenernos sojuzgados e impedir la creación de un estado palestino”, me decía uno de esos “tontos útiles” que abundan en esa ideología que ya no sostiene ninguna causa justa, que sólo apoya tiranos, religiones y culturas literalmente castradoras; que está en contra de la prosperidad, de la igualdad y, desde luego, en contra de la libertad de expresión.
 
Aquí quería yo llegar, a su defensa, y a cierto manifiesto que recibí y cuyo contenido es tan falaz que a uno de mis corresponsales se le ocurrió utilizarlo de plantilla para elaborar otro más verosímil. Me ruega que les transmita ambos para que puedan comparar.
 
“Manifiesto a favor de la libertad de expresión”
(versión original)
 
Como reza el viejo aforismo “Información es conocimiento, conocimiento es sabiduría y sabiduría es poder”.
 
Precisamente desde el poder se ha extendido, en los últimos años, un clima general de desinformación que se ha filtrado en todas las capas de la sociedad.
 
Hemos asistido a la manipulación informativa, a la ocultación y al falseamiento de datos, a la censura y la represalia y, en muchas ocasiones, a la difusión de la mentira burdamente disfrazada de verdad. Hemos asistido a la utilización de verdades para difundir mentiras. Los atropellos y los abusos están a la orden del día. Periodistas despedidos y censurados, intelectuales y artistas difamados, noticias falseadas o directamente inventadas.
 
Si la prensa es el cuarto poder de una democracia no podemos permitir que este poder se venda a los intereses de unos pocos y que cree un clima de desconfianza y miedo.
 
Los abajo firmantes queremos manifestarnos en contra de la censura y la represalia y a favor de la libertad de expresión. Porque queremos que se reinstaure un clima de confianza en las instituciones democráticas.
 
Porque queremos atajar a tiempo el prefascismo que se respira en el ambiente. Porque estamos a favor del diálogo, la conciliación, la honestidad, la concordia, la verdad y la libertad. Y en contra de las restricciones, los abusos, los amiguismos, las mentira, las imposiciones y el miedo. Porque hemos repudiado y seguimos repudiando una guerra hecha en contra de nuestra voluntad y a favor de los intereses de unos pocos.
 
Porque repudiamos también que se haya manipulado la información para convencernos de que esta guerra es justa y para disfrazar la barbarie de progreso, y la avaricia de generosidad.
 
Porque nunca creímos que los muertos fueran de unos o de otros. Por esta razón exigimos a los medios de comunicación que actúen con transparencia y honestidad. Exigimos que se nos permita manifestar nuestras opiniones en libertad y que no se nos represalie por ello.
 
No quisimos una guerra. No queremos ahora una caza de brujas. Queremos una democracia participativa y un país en el que nadie tema expresarse.
 
 
“Manifiesto a favor de la libertad de expresión”
(segunda versión)
 
“Como reza el viejo aforismo “Información es conocimiento, conocimiento es sabiduría y sabiduría es poder”.
 
Precisamente desde la oposición al PP se ha extendido, en los últimos años, un clima general de desinformación que se ha filtrado en todas las capas de la sociedad con las funestas consecuencias de todos sabidas.
 
Hemos asistido a la manipulación informativa, a la ocultación y falseamiento de datos, a la censura y la represalia y, en muchas ocasiones, a la difusión de la mentira burdamente disfrazada de verdad. Hemos asistido a la utilización de verdades para difundir mentiras. Los atropellos y los abusos están a la orden del día. Acosos a sedes del PP en vísperas de elecciones legislativas, películas de propaganda implícita, de corte nacionalsocialista, políticos del PP y periodistas independientes difamados, noticias falseadas o directamente inventadas. Todo un poderoso grupo mediático entregado a una labor de zapa del sistema democrático.
 
Si la prensa es el cuarto poder de una democracia no podemos permitir que dicho poder  cree un clima de desconfianza y de miedo.
 
Los abajo firmantes queremos manifestarnos en contra del monopolio del grupo PRISA, de la censura y de la represalia, y a favor de la libertad de expresión. Porque queremos que se reinstaure un clima de confianza en las instituciones democráticas.
 
Porque queremos atajar a tiempo el estalinismo que se respira en el ambiente. Porque estamos a favor del diálogo, la conciliación, la honestidad, la concordia, la verdad y la libertad. Y en contra de las restricciones, los abusos, los amiguismos, las mentiras, las calumnias, las imposiciones y el miedo. Porque hemos repudiado y seguimos repudiando  unos métodos propios de regímenes fascistas y comunistas.
 
Porque repudiamos también que se haya manipulado la información para convencernos de que esta oposición al PP es justa y para disfrazar la barbarie de paz, abusando de la buena voluntad de las gentes y de su idealismo.
 
Porque nunca creímos que los muertos fueran de unos o de otros. Por esta razón exigimos a los medios de comunicación que actúen con transparencia y honestidad. Exigimos que se nos permita manifestar nuestras opiniones en libertad y que no se nos represalíe por ello.
 
Aceptamos la decisión de las urnas democráticamente. No queremos ahora una caza de brujas. Queremos una democracia participativa y un país en el que nadie tema expresarse.
 
Queremos unos medios objetivos que difundan la verdad de todos, y no la de unos pocos. Creemos en el derecho a la información, y en la libre circulación de ésta. Creemos en la libertad de expresión.”
 
 
La facilidad con la que se ha podido dar la vuelta al manifiesto original es tan significativa que pone en evidencia la fragilidad de sus argumentos. Me pide el autor del segundo que les anime a suscribirlo pinchando aquí. En cuanto a los autores del primero, les agradece la plantilla pero les recuerda que donde las dan, las toman.
 
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