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CRÓNICAS COSMOPOLITAS

Irak, siempre

Desde Bush a los mandos del Ejército norteamericano, todos parecen aceptar los hechos y prometen investigaciones serias y sanciones ejemplares. Aceptemos la hipótesis de que hubo efectivamente malos tratos y torturas desorbitados y hábilmente utilizados por la propaganda antiyanqui, lo cual es lógico, sobre todo en los USA y en periodo electoral. No iban a desperdiciar semejante ocasión.

Desde Bush a los mandos del Ejército norteamericano, todos parecen aceptar los hechos y prometen investigaciones serias y sanciones ejemplares. Aceptemos la hipótesis de que hubo efectivamente malos tratos y torturas desorbitados y hábilmente utilizados por la propaganda antiyanqui, lo cual es lógico, sobre todo en los USA y en periodo electoral. No iban a desperdiciar semejante ocasión.
Desgraciadamente, que se maltrate y hasta torture a prisioneros es cosa frecuente, lo hicieron sistemáticamente los franceses en Argelia, los ingleses en Belfast, masivamente los comunistas del Vietcong en Vietnam, y se podrían multiplicar los ejemplos. Lo que me llama la atención en este reciente escándalo de torturas a prisioneros iraquíes, por parte de soldados yanquis y por lo visto, también británicos, es su puesta en escena: tiene algo de manipulación, como también me parece sospechoso el papel de al menos dos imanes ultrarradicales en el descubrimiento y denuncia de ese escándalo. Pero, bueno, no vamos a escurrir el bulto, ya que desde Bush a los mandos del Ejército norteamericano, todos parecen aceptar los hechos y prometen investigaciones serias y sanciones ejemplares. Aceptemos la hipótesis de que hubo efectivamente malos tratos y torturas desorbitados y hábilmente utilizados por la propaganda antiyanqui, lo cual es lógico, sobre todo en los USA y en periodo electoral. No iban a desperdiciar semejante ocasión.
 
De todas formas, la guerra en Irak es difícil y, se mire como se mire, no se ve rápida solución. Los que más rabia me dan son estos franchutes que hasta ayer por la tarde proclamaban: sin la ONU nada, no enviaremos ni soldados, ni ingenieros, y ahora, tan tranquilos, afirman, con la ONU tampoco. Estos fervientes partidarios de la paz intervienen militarmente (bueno, con doce gendarmes y cien legionarios, su ejército no da para más) en Afganistán, en Bosnia, en Kosovo, en Costa de Marfil, en Haití. Tratándose de éste país, la prensa gala exaltó el hecho de que sus soldados patrullaban junto a los soldados norteamericanos, los imperialistas norteamericanos. Intervienen en cualquier país donde consideran que sus intereses están amenazados, salvo en Irak. Claro que en este caso sus intereses estaban del lado de la tiranía iraquí y de Sadam Husein, gran amigo que fue de Chirac. Pues es en Irak en donde la solidaridad democrática internacional debería manifestarse de forma contundente. Pero está visto que esa solidaridad sólo se manifiesta a ratos, cuando conviene a cada gobierno.
 
En este derroche de propaganda contra los USA, y para demostrar que su intervención militar en Irak era ilegal, imperialista, y además ha agravado todos los problemas hasta el del terrorismo, se repite mil veces la acusación según la cual los USA siempre han apoyado a las dictaduras, en todo el mundo, en América Latina como en el mundo arabomusulmán, y concretamente a los talibanes en Afganistán y a Sadam Husein en Irak. Y, de pronto, diríase que por capricho imperial, les han declarado la guerra. La llamada guerra fría ha terminado hace un poco más de doce años solamente, pero parece que todo el mundo se ha olvidado que existió, y nuestros “expertos”, diplomáticos y columnistas, para nada tienen en cuenta hoy que esa guerra motivó muchas de las decisiones diplomáticas, políticas y militares en aquella época tan cercana.
 
Pues recordemos que Egipto, Siria, Irak, Yemen del Sur, Argelia a ratos, formaban parte de la zona de influencia soviética, eran baluartes del socialismo árabe —yo diría más bien del nacionalsocialismo— y quien colaboraba con Irak era la URSS (y Francia) y no los USA. Con una lógica, desde luego simplista, los USA se apoyaron entonces en países como Arabia Saudí, Jordania, los Emiratos del Golfo, etcétera, considerados como antisoviéticos. Las dos agresiones, la de Irak contra Irán, y la de la URSS contra Afganistán, complicaron algo el reparto de papeles y las zonas de influencia. Muchas capitales occidentales consideraron, no sin motivos, que la revolución islámica iraní era más peligrosa que la tiranía iraquí y ayudaron, bueno, vendieron armas, a Irak. Francia también, hasta que los iraníes lanzaron su campaña de atentados en París, lo cual condujo a Mitterand, entonces presidente, a ser muchísimo más prudente.
 
Y en los USA ocurrió lo del “Irangate”. En cuanto a Afganistán, las cosas son más sencillas. El enemigo principal, y en este caso realmente el enemigo principal, la URSS, invade un país subdesarrollado —así se decía entonces— con el pretexto de defender a su gobierno comunista. La más elemental lógica en esa situación de guerra fría, con la URSS como enemigo principal, repito, imponía ayudar a los afganos contra sus invasores soviéticos. Y es lo que hicieron, muy modestamente, por cierto, los EEUU. Los soviéticos tuvieron que enfrentarse al hecho de que sus tropas se negaban a combatir, mientras que los guerrilleros afganos combatían furiosamente. Moscú decidió entonces retirarse de Afganistán y, dicho sea de paso, esta derrota aceleró el proceso de hundimiento del totalitarismo, porque la solución militar que habían planeado para salir de su profundo atasco económico y social resultó ser aún más peligrosa. La abandonaron para iniciar su periodo de reformas, cuyo resultado fue la implosión de la URSS.
 
Se dice que china es más hábil, ya que logra conciliar la dictadura del partido único con el capitalismo más “salvaje”, queda por ver cómo terminará ese explosivo mejunje. Yo pienso que nadie podía prever que el resultado de esa guerra en Afganistán sería el régimen de los talibanes, una de las más atroces tiranías islámicas del mundo, y el papel de Pakistán fue y sigue siendo de lo más ambiguo en éste como en otros casos. Apoyaron a los talibanes y los combatieron, se alían con los USA y se oponen a los USA con un cinismo absoluto.
 
De la misma manera, nadie puede prever lo que será Irak dentro de dos o diez años, pongamos. También se nos dice continuamente que la tiranía de Sadam Husein nada tenía que ver con el terrorismo, pero ¡si era el terrorismo! Un solo ejemplo: la organización terrorista palestina, en sus comienzos más marxistaleninista que islámica, el FPLP, estaba subvencionada, armada y controlada por Irak. Cuando Siria e Irak se enfadaron, el primero de ellos creó la organización rival, el FDLP. Las dos organizaciones tenían como principal objetivo la destrucción de Israel, lo cual no les impedía cometer otros atentados y hasta matarse mutuamente, como hace poco en el sur del Libano. Ahora, con la desaparición de la URSS, su “padrino”, y el rápido crecimiento del islamismo radical en todo el mundo musulmán, todos han tirado a la basura su laicismo y su “progresismo” nacionalista, todos se han convertido en islamistas furibundos.
 
Yo consideraba, y considero, que la intervención militar en Irak se justificaba, lo he escrito bastantes veces para no tener que repetirlo ahora, pero las cosas como son, el caos reina actualmente en ese país. Pero la peor de las soluciones, lo que aumentaría el caos, que además no es sólo iraquí, (Irán, Siria, otros países árabes como Arabia saudí, intervienen directa o indirectamente en ese conflicto) sería la retirada de las fuerzas aliadas sin haber intentado pacientemente y durante más tiempo de lo previsto crear algo que se asemeje a una democracia. No hay que pedir peras al olmo, crear democracia en u país sin demócratas no es tarea fácil, pero al menos que no se abandone el país a la guerra civil permanente, que se instale algo mejor que la tiranía de Sadam Husein, lo cual no es totalmente imposible. En este contexto, retirar nuestras tropas como hace Rodríguez Z. es sencillamente una vergüenza.
 

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