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CATALUÑA

Independencia y chocolate

Jordi Portabella, candidato a alcalde de Barcelona por Unitat per Barcelona, comparece ante los medios con semblante contrariado. Le acompaña el número 2 de la coalición, Joan Laporta, a quien la sonrisa se le ha trocado en surco, apenas una mueca incontenible que parece subrayar su alergia a la condición de auxiliar de vuelo. Así y todo, desprende un brillo que, aunque leve, podría tener que ver con la felicidad.


	Jordi Portabella, candidato a alcalde de Barcelona por Unitat per Barcelona, comparece ante los medios con semblante contrariado. Le acompaña el número 2 de la coalición, Joan Laporta, a quien la sonrisa se le ha trocado en surco, apenas una mueca incontenible que parece subrayar su alergia a la condición de auxiliar de vuelo. Así y todo, desprende un brillo que, aunque leve, podría tener que ver con la felicidad.

Es imposible saberlo, tan imposible como distinguir entre el fracaso de UxB y el triunfo del ciudadano Joan, abogado millonario, diputado en el Parlamento autonómico y, ahora, concejal en el Ayuntamiento de Barcelona. Meros sucedáneos, si se quiere, de lo que fue su otra vida. Ya dijo José Luis Núñez que ser presidente del Barça es más importante que ser presidente de la Generalitat. No obstante, es fama que la política, debidamente superpuesta, abriga tanto como una cebolla. Quizás por ello Laporta va añadiendo capas a su leyenda, cual si fuera el reverso del hombre de Musil.

Portabella toma la palabra:

–No es éste el restauran... el resultado que esperábamos.

El lapsus no parece incomodar a Laporta, que vuelve el mentón hacia el alcaldable con aire socarrón. Ningún periodista podrá reprochar a Portabella su freudiana obscenidad. Menos por freudiana. En el encuentro que mantuvo con periodistas y colaboradores del diario El Mundo, y preguntado por la contribución de Laporta a la campaña, Portabella respondió:

Nos hemos repartido los gastos. Democràcia Catalana existe, es un partido de pequeño formato, pero tiene una veintena de personas que se movilizan, han ayudado en los gastos materiales. Para Sant Jordi distribuimos unas bolsas con el tema "Visca Catalunya Lliure", con gastos compartidos. O en el arranque de campaña, en que estaba sólo prevista una copa de cava, y Laporta se ofreció para pagar los canapés.

Una semana después, ambos llevarían a sus respectivas madres a merendar chocolate con churros a la pastelería La Farga, un establecimiento tan deliciosamente burgués que los cronistas no pueden reprimir la tentación de disecarlo. Así Llucia Ramis, que aquel día tomó la siguiente polaroid:

La churrada en cuestión (porque la cosa va de churros) es en la Farga, aquella pastelería que marca el límite de hasta dónde pueden llegar por debajo de la Diagonal las señoras bien de Barcelona.

Con los candidatos anduvo más comedida:

Unitat per Barcelona convoca a los medios para que observemos cómo tres de sus candidatos meriendan junto a sus madres respectivas. (...) Supongo que el objetivo es acabar con ese típico insulto al que se ven sometidos los políticos, así demuestran empíricamente que no son unos hijos de perra.

Busco en el archivo de TV3 el instante en que Portabella dice "restauran..." y Laporta rebrinca graciosamente. No hay rastro. Sí encuentro las comparecencias de Xavier Trias, Jordi HereuAlberto Fernández. Incluso la de José Montilla, recién llegado de los años setenta. Un indignado más, parece. La sola posibilidad de que alguien, en alguna instancia de TV3, haya decidido que Cataluña es demasiado frágil para soportar la reverberación de ese "restaurante" daría la medida exacta de lo que es Cataluña. Consuela que tampoco aparezca el candidato de Iniciativa, Ricard Gomà, que se congratuló de ser la única izquierda que crece en Barcelona. Iniciativa, tanto más felices cuanto más irrelevantes.

Habíamos dejado a Portabella en suspenso, armando la frase que había de refrendar la naturaleza casual de su campaña. No en vano, la chocolatada con las madres había sido el correlato de la chocolatada con los hijos, celebrada un día antes en el colegio Carlit, donde Portabella lleva a los suyos. Laporta no asistió por motivos de trabajo, eso decía la nota de EFE. No fueron las únicas disonancias de UxB: el 7 de mayo, ambos candidatos habían estado vendiendo tomates en el mercado de Gracia, como ironizando sobre los tópicos electorales. Los verduleros Joan y Jordi. Se comprende. Tiene que ser jodido relacionar la recogida de basuras con la independencia. Bien lo sabe Jordi Cañas, el candidato de Ciutadans.

El resultado que esperábamos. Play.

No es éste el resultado que esperábamos, pero a la vez he de decir que hemos sido capaces de resistir, parar el golpe, y mantener la presencia independentista en la capital del país. Esto nos permite tener recorrido.

Contraviniendo su propio manual, el candidato Portabella obró como un político al uso, esto es, se rindió a la relativización de la derrota.

El independentismo barcelonés y sus dos flamantes regidores.

A su lado, Laporta jugaba a embotellar la emoción. "Tots units fem + força", decía el eslogan de UxB. Tan sólo la escritora Empar Moliner había llamado la atención sobre el hecho, ciertamente bochornoso, de que ese verso suelto había sido extirpado del himno del Barça. Por lo demás, la única contribución memorable del auxiliar de vuelo había sido el encono a la hora de echar en cara al PSC que no reclamara el fondo de competitividad. "El PSC no es digno de este país", se le oía gritar. Eso y que Mas era un recortador compulsivo.

El biólogo Portabella, en fin, trataba de sobreponerse al naufragio con su verbo florido, acaso no tan dúctil como el de Joan Ridao, pero igualmente hermoso en su barroquismo scout. El concejal Laporta se lo queda mirando.

No tenía cuentas pendientes. Nadie podría recriminarle que no invitara a canapés.

Exhausto ya de barcelonía, recalo donde los hermanos Tercero. Siquiera para ir cuadrando.

 

http://www.albertdepaco.blogspot.com/

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