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FRAUDE A LOS TRABAJADORES

Falsa Seguridad Social

La Seguridad Social (IPS) en Paraguay, uno de los tres países sudamericanos que todavía continúan con el anacrónico sistema de reparto solidario, posiblemente no quebrará hasta dentro de diez años, según los cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El IPS incluso puede durar más –dicen– con el crecimiento del número de asegurados que podría traer una menor informalidad en el mercado laboral.

La Seguridad Social (IPS) en Paraguay, uno de los tres países sudamericanos que todavía continúan con el anacrónico sistema de reparto solidario, posiblemente no quebrará hasta dentro de diez años, según los cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El IPS incluso puede durar más –dicen– con el crecimiento del número de asegurados que podría traer una menor informalidad en el mercado laboral.
Los directivos del IPS mantienen que la capitalización individual que utilizan los sistemas modernos de pensiones es buena para las economías fuertes, pero no para un país donde el trabajador "vive al día".
 
Pero la realidad es muy diferente. La seguridad social del IPS no ofrece seguridad, ni es social ni es solidaria. No hay seguridad de que falten diez años o diez meses para la quiebra. El sistema del IPS ya está arruinado, dado que el Fondo de Jubilación del que hablan es una fantasía. El pasivo del IPS es mucho mayor que sus activos. No hay dinero para devolver a los asegurados sus aportes. Sus magros depósitos son los restos que quedaron del capital aportado por los asegurados, que fue y continúa siendo dilapidado en malas inversiones, préstamos blandos a empresarios amigos, campañas electorales, fraudes y robos.
 
Los jubilados siguen cobrando sus haberes sólo porque los trabajadores que aportan al sistema son mucho más numerosos, en una relación de 6 a 1. Pero tal situación no durará, pues cada día las personas tienen menos hijos y viven más tiempo. Pronto sobrevendrá el desastre, como en la quebrada caja de jubilaciones bancaria. Las pérdidas del IPS tendrán que ser solventadas por los contribuyentes a través de mayores impuestos, con el incremento de los aportes de los trabajadores y el recorte de beneficios.
 
Pero éste no es el único fraude de la Seguridad Social. Se engaña a los trabajadores haciéndoles creer que ellos sólo aportan el 9% de sus salarios mensuales y que los empleadores contribuyen con el 16,5% restante. ¡Mentiras! El aporte total al IPS, del 25,5%, sale íntegramente del bolsillo de los trabajadores. A los empresarios les da igual pagar el 16,5% a sus empleados como salario que aportarlo a la Seguridad Social. El costo laboral para el empleador es el total que desembolsa. La seguridad social "solidaria" se sostiene con un impuesto del 25,5%, que se carga en su totalidad al trabajador, uno de los más elevados del mundo.
 
En el moderno sistema de capitalización individual, en cambio, los trabajadores contribuyen a un fondo privado (que ellos eligen), administrado por empresas especializadas en inversiones de largo plazo y fiscalizadas por el Estado. Los aportes se manejan como cuentas de ahorro y tienen un rendimiento mínimo asegurado. Cada trabajador tiene una libreta donde se le indica, mes a mes, el total de sus aportes y las ganancias de sus inversiones. Estos ahorros pertenecen al trabajador, y puede retirarlos una vez cumplido un cierto plazo o percibir una mensualidad de por vida de las administradoras de fondos de pensión (AFP). En caso de muerte, el trabajador no pierde sus aportes, ya que pasan a sus herederos.
 
La contribución más alta en la capitalización individual se da en Chile (12,5% del salario); en Bolivia es del 10%; en Perú, del 8%; en Argentina, del 7,7%; en México, del 7,0%; en Costa Rica, del 4,25%. En los 22 años del sistema chileno, el más antiguo, el rendimiento promedio para los trabajadores ha sido del 10% anual sobre sus aportes. El capital se multiplicó más de ocho veces. El sistema de capitalización individual no solamente beneficia a millones de trabajadores, sino que consolidó el mercado financiero e impulsó el despegue económico de Chile. Las AFP administran más de 50.000 millones de dólares, ahorro que ha permitido expandir la inversión a largo plazo.
 
En Paraguay, la reforma de la Seguridad Social se ha retrasado no por que haya muchos insensatos que ignoren la quiebra irremediable del sistema actual, o las enormes ventajas para los trabajadores y para el país de la capitalización individual, sino debido a la presión de políticos, sindicalistas y otros que desean seguir utilizando el IPS para su propio beneficio, a costa de los asegurados. En los países estatistas, la pobreza y el atraso, más que nada, se deben a que el pueblo es víctima de grupos de intereses que gozan de respaldo político.
 
 
© AIPE
 
Porfirio Cristaldo Ayala, corresponsal de AIPE en Paraguay y presidente del Foro Libertario.

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