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DESINFORMACIÓN PROGRESISTA

¡Defender y promocionar tus intereses ante los diputados es legal en EEUU!

Hombre, no así, con exclamaciones, pero casi. Mucha gente se escandaliza por eso en el Viejo Continente. A escondidas, bueno, todos lo hacen, ¡pero mira que abiertamente! ¡Y que sea legal!

Hombre, no así, con exclamaciones, pero casi. Mucha gente se escandaliza por eso en el Viejo Continente. A escondidas, bueno, todos lo hacen, ¡pero mira que abiertamente! ¡Y que sea legal!
El Capitolio de Washington.
Que promocionar tus intereses sea legal es terrible, puede significar que no sólo las ONG lo hagan, sino, imagínense, que las industrias puedan explicar su versión del misterio de la vida, la muerte, el pasar del tiempo... a los políticos.
 
Indirectamente, nos vienen a decir que las ONG pueden "persuadir" a los diputados para que firmen tratados como el de Kioto, aunque algunos investigadores del CSIC calculen una "rebaja del PIB del 5% y una pérdida de casi un millón de puestos de trabajo" en España, pero que si tu organización no gubernamental tiene afán de lucro lo que estás haciendo es chantajear o comprar diputados. Por ejemplo, en un tebeo progresista se puede leer (con el risible título "Industria farmacéutica: el mayor 'lobby' de Estados Unidos") esto: "Un informe […] revela que la industria farmacéutica es la que mayor presión ejerce sobre el gobierno [de EEUU]. Sólo durante el pasado año invirtió en esta actividad más de 107 millones de euros, el mayor gasto de todo el país".
 
Claro, cuando leímos esto pensamos: qué raro, ¿esto fue el mayor gasto de todo el país? Porque nos sonaba que algunos gastaron más en apoyar a los demócratas que esa cantidad sólo en el año 2004: Joint Victory Campaign 2004 gastó 66.4 millones de dólares; America Coming Together, 74.6; MoveOn.org, 21.2; The Media Fund (TMF), 54.4; Sierra Club Education Fund, 6.1, y EMILY's List, 7.9. Entre estos grupos (hay algunos más) fueron 230.6 millones de dólares, o 177 millones de euros (a un cambio de 1.3 dólares por euro).
 
En fin, sigamos con la prensa solidaria, parte de la misma que no informó en agosto del año pasado de la retirada de ciertos medicamentos también solidarios, que aún no sabemos si eran buenos o no, ni tenemos plan B para los que ya lo tomaban. Una frase posterior lo arregla y lo estropea a la vez: "Esto supone el mayor gasto realizado desde una industria para influir sobre las decisiones del ejecutivo de EEUU". Bueno, esto ya está mejor, es el mayor gasto de una industria, lo cual permite que haya otros gastos mayores (como los del apoyo a Kerry, por poner un ejemplo total e impúdicamente sesgado por nuestra parte). Difícil, pero puede ser, vamos a creérnoslo. Pero luego lo estropean con esto: "las decisiones del ejecutivo".
 
No, no, no. ¡El dinero se gasta también en el Legislativo, por favor! ¿De qué sirve hablar con el Ejecutivo si luego los diputados te machacan con su apoyo a las ONG solidarias? Y, segundo, si antes habéis dicho "actividades encaminadas a presionar al gobierno y en donaciones para campañas electorales a nivel federal y estatal", ¿por qué escribís luego "ejecutivo de EEUU", confundiendo el nivel estatal con el federal? Verdaderamente que LOGSE hizo estragos entre los que ahora son becarios…
 
Legal en EEUU
 
Así, con este encabezamiento, empieza una sección del artículo progresista, donde se dice: "El 'lobbying', término por el que se conoce esta actividad, es legal en Estados Unidos, pero desde el Centro para la Integridad Pública se preguntan de qué forma pueden afectar estas relaciones entre empresas y gobierno al ciudadano". [Ese centro es el del informe que se cita al principio]. Eso nos preguntamos nosotros respecto a algunas organizaciones sin afán de lucro, o medios de prensa que defienden los postulados de estas organizaciones. Pero, en fin, el problema no está, creemos, en que el lobbying sea legal, sino en que es un derecho de los ciudadanos (aunque sea voraz empresario capitalista, proglobalización, pro Bush o especie peor) enterarse de lo que hacen las tres ramas del Gobierno y presentar sus preocupaciones e idea de cómo defender sus intereses a las mismas, y que el proceso sea abierto para garantizar la limpieza del mismo.
 
¿A qué llamamos abierto? A estas obligaciones de los lobistas (cabilderos): el cabildero deberá registrar
 
– su nombre, teléfono del trabajo y lugar principal de trabajo, en ambas cámaras legislativas federales, tanto si trabaja solo como en una compañía;
– una descripción general de su negocio o líneas de trabajo;
– nombre, dirección, lugar principal de trabajo de cada cliente y descripción general de la actividad;
– los mismos datos de cada organización que contribuya con más de cierta cantidad semestral a las actividades de cabildeo que se están registrando, o que planifique, supervise o controle total o parcialmente tales actividades;
– los mismos datos de cada contribución mayor de cierta cantidad para las actividades de cabildeo, y porcentaje de propiedad de otras compañías que superen ciertos umbrales;
– una declaración de las áreas de trabajo del cabildero.
 
Bueno, y más cosas. Es legislación y es aburrida, no la vamos a transcribir completa. Baste con añadir que estas listas se publican en el equivalente al Boletín de las Cortes, anualmente.
 
¿Es perfecto el sistema? No. ¿Es mejor que el sistema francés? Quién sabe, decidan ustedes.
 
Cuál es el problema real
 
Como siempre, la clave la tiene alguna otra frase suelta que hay por ahí: "'Los precios de los medicamentos han crecido a la vez que la industria se ha convertido en uno de los intereses organizados más poderosos en Washington’ dijo Roberta Baskin, su Directora Ejecutiva". Claro, es el dinero. El que sean empresas que quieren prosperar y no hundirse es lo que hace que el lobbying sea inmoral. Sin embargo, si tienes un trabajo que proteger, el de periodista-escándalo, como Ms. Baskin, o el de científico-escándalo, sólo haces lo correcto si promueves tus puntos de vista, ya que son solidarios y bienintencionados.
 
Una última cosa, que queremos que vean qué logro hemos conseguido en nuestra campaña de racionalidad de la prensa para que citen a los acusados. Una sola frase del artículo (27 de 383 palabras) es lo que se permite a la industria para dar su versión. Bueno, nos dirán, puede ser suficiente, si hay buenos argumentos expuestos ahí. Vean cuán completa es la oportunidad que se da a los aludidos: "Por su parte, la industria farmacéutica ha calificado el informe de 'parcial y unilateral', en palabras del vicepresidente de la PhRMA (Investigadores y Fabricantes Farmacéuticos de América)". Y ya está.
 
Para que estos becarios lo entiendan usaremos un ejemplo básico, de escuela de Derecho: esto es como si te acusan de homicida (cosa que se hace con las empresas farmacéuticas). Supongamos que tú quieres decir que el día del crimen estabas en Nueva Zelanda, y además tienes billete de avión, factura de hotel, recibos de aparcamiento, etcétera, y los periódicos te citan diciendo solamente: "Yo no fui, es falso". Revuelve el estómago la selectividad de los testimonios y el escamoteo de oportunidades para explicarse que tienen los acusados, en este caso acusados de sobornar a los funcionarios y diputados.
 
Para el que crea que nos hemos pasado citando lo del homicidio, o que es un ejemplo muy traído por los pelos, pueden leer en el mismísimo tebeo que citábamos la siguiente perla: "Jonathan Witswatersrand, abogado de la organización activista en pro de la lucha contra el sida 'AIDS Law Proyect' ha reconocido que el acuerdo [de cesión de patentes y derechos] llega tarde, cuando han muerto ya cientos de miles de personas" [énfasis nuestro].
 
 
Peter Turner, cofundador de Republicans in Spain.
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