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CRÓNICAS COSMOPOLITAS

Caos iraquí

La liberación de las dos rehenes italianas, las dos Simonas, el martes pasado en Irak, es bastante extraña. Y no me refiero al millón de dólares que el gobierno italiano habría pagado para su rescate. Teniendo en cuenta el ambiente en Italia en torno a ese secuestro y en torno a la crisis iraquí en general, ese gasto no se entiende.

La liberación de las dos rehenes italianas, las dos Simonas, el martes pasado en Irak, es bastante extraña. Y no me refiero al millón de dólares que el gobierno italiano habría pagado para su rescate. Teniendo en cuenta el ambiente en Italia en torno a ese secuestro y en torno a la crisis iraquí en general, ese gasto no se entiende.
El primer ministro iraquí
No me refiero a la personalidad de las dos "rehenes". Durante días y días, la prensa escribía que eran miembros de una ONG humanista y pacifista, que sobre todo pretendía ayudar a niños iraquíes. Pero el nombre de esa ONG, que nunca se citaba, sólo ahora sabemos que es "Puente para Irak". No se trata de un proyecto de obras públicas sino de un nombre simbólico que significa ayuda para Irak, ayer a la tiranía de Sadam Husein, y con éste encarcelado, a la "resistencia" iraquí antiyanqui.
 
Además, una de la Simonas (confundo los apellidos) estaba en Bagdad desde 1994 en plena tiranía, no para complotar contra ella sino para ayudarla en lo posible. La otra se le juntó más tarde pero con la misma óptica. Las imágenes nos muestran a las dos Simonas en Irak, recién liberadas, vestidas de iraquíes a su llegada a Roma y sólo se disfrazaron de italianas al juntarse con sus familias. Sus declaraciones con asimismo evidentes: nuestros secuestradores nos trataron muy bien, con dignidad y respeto. Y al ver sus pintas es muy probable. Nada que ver con las imágenes del británico Kenneth Bigley, encadenado en un sótano hirsuto, adelgazado, sollozando, exigiendo a Toni Blair que le salve. ¿Cómo? ¿Convirtiéndose al Islam? Las Simonas también exigen que no se olvide Irak, el pobre Irak, que tanto sufre y por lo visto hasta habrían manifestado su deseo de volver al país, su patria de adopción. Dime con quien andas y te diré quién eres.
 
El bulo de la masacre de niños iraquíes debido al bloqueo económico aliado es un bulo que ha funcionado a las mil maravillas. En Francia, Marine Le Pen, (la hija del líder del FN) es presidenta de una asociación de ayuda a los niños iraquíes, víctimas del bloqueo yanqui. Y es sólo un ejemplo. Se me dirá que el secuestro de las dos Simonas fue un error, pues no tanto, si han recibido un millón de dólares. ¿Y con los decapitados qué? ¿Sólo llorar?
 
Mal informados, o informando mal, o ambas cosas, el hecho es que no se han encontrado armas de destrucción masiva en Irak como pretendían los USA y sus aliados, bien sea porque no existían o porque, lo más probable, las habían previamente escondido en un país amigo, por ejemplo Siria. Pero el caso es que lo de la inexistencia de esas armas ha servido de argumento a una campaña virulenta contra los USA, sus aliados, y la intervención militar en Irak. Pero la solución propuesta por los adversarios de los USA y de la guerra, Francia en primer lugar, constituye una estafa y una mentira mucho peores: hay que dejar a los inspectores de la ONU terminar su trabajo, los inspectores están muy capacitados para encontrar pacíficamente una solución a la crisis iraquí. Nadie se lo creía, se trataba de una argucia propagandística que ha funcionado. Los inspectores fueron totalmente ineficaces, Sadam les aceptaba cuando le parecía útil, les expulsaba cuando temía que resultaran molestos y nadie protestaba. En su última vista de "inspección", Sadam Husein, apoyado por Rusia, exigió que Hans Blix fuera el inspector jefe porque era más "flexible", según se decía en notas diplomáticas confidenciales. Sí, de una flexibilidad absoluta para con el tirano iraquí y de un odio asimismo absoluto a Bush en particular y a los USA en general. Repelente tragicomedia.
 
Menester es repetir que si la intervención militar "clásica" en Irak fue inteligente, eficaz y rápida, esto también se debe a que prácticamente nadie quiso arriesgar su pellejo en defensa del tirano Sadam Husein. Se le soportaba por miedo, como se soporta a Castro y a otros sangrientos tiranos, y a la primera ocasión se les abandona hasta con alegría. Perogrullada sería constatar que el fin bienvenido de la guerra clásica (destrucción de la tiranía y arresto de Sadam Husein) no ha significado el final de los conflictos en Irak. En este sentido cabe preguntarse si los servicios de inteligencia norteamericanos y británicos no han pecado por ignorancia de la sociedad iraquí, porque si mucho de lo que está ocurriendo era imprevisible no todo lo era. La férrea dictadura nacionalsocialista de Sadam Husein, que con la implosión de su aliada, la URSS, fue girando al nacionalislamismo, sometía con una represión bárbara, con torturas y matanzas, toda expresión pacífica o violenta de las contradicciones profundas de esa sociedad. Y ahora, si todos o casi todos tirotean y cometen atentados contra las tropas aliadas, todos o casi todos, combaten sangrientamente los unos contra los otros. Kurdos, baasistas, sunitas, chiítas (la mayoría), se asesinan ferozmente cada día. A lo que hay que añadir el peso oculto, pero real, de las tribus. Sí, de las tribus, como en la Edad Media. Hay tribus sunitas (en las que, en los últimos tiempos, se apoyó Sadam Husein), tribus chiítas, etcétera, pero por lo visto los supuestos intereses de esas tribus con influencia no siempre se identifican totalmente con esos fanatismos religiosos. Y, por ejemplo, Jordania cuenta más con sus buenas relaciones con las tribus iraquíes, o algunas de ellas, que con el gobierno provisional. Todo esto resulta un rompecabezas.
 
¿Cómo salir de Irak? Si Bush es reelegido es de esperar que no lo haga tan mal como Nixon en Vietnam; o De Gaulle en Argelia, abandonado todo a los enemigos de la víspera y que lo fueron durante años. Se entiende que la Administración Bush desee retirarse de Irak cuanto antes, dejando el poder a los iraquíes como estaba previsto y anunciado desde el principio. ¿Pero qué poder y qué iraquíes? El primer ministro provisional iraquí ha sido bien recibido en Londres y Washington, ha podido hablar en la ONU y ha criticado, con razón, a Francia, que había defendido cuanto pudo a Sadam Husein, que no participó a la guerra, y ahora se autoriza a pretender regirlo todo en Irak. Pero el apoyo de ciertas cancillerías al gobierno provisional no estoy seguro que esté compartido por la mayoría del pueblo iraquí; prueba de ello es el aumento de atentados contra dicho Gobierno, su novísima policía y su Guardia Nacional.
 
Si los aliados se retiran demasiado pronto de Irak, el caos actual podría agravarse de forma inaudita. La retirada debe ser paulatina, ordenada, esperando (en todos los sentidos de la palabra) que los iraquíes sean capaces de gobernarse ellos mismos, de organizar verdaderas elecciones, etcétera. La situación actual dista mucho de esta meta.
 
¿Y si gana John Kerry? Si gana Kerry todo es posible, pero lo más probable es que sea el Nixon de Irak.
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