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CRÓNICAS COSMOPOLITAS

Blues in the night

"Un JB doble con un poco de hielo". Más que preguntarlo, el camarero, o barman, lo afirma. Le miro: "¡Hombre, Maurice! No me había fijado, disculpe. ¿Qué tal?". "Hace años, ¿verdad? Y no era aquí". "No, en El Vodevil, en la plaza de la Bolsa. Y hace más de treinta años". "¡No tantos! ¡No tantos!", se asusta.

"Un JB doble con un poco de hielo". Más que preguntarlo, el camarero, o barman, lo afirma. Le miro: "¡Hombre, Maurice! No me había fijado, disculpe. ¿Qué tal?". "Hace años, ¿verdad? Y no era aquí". "No, en El Vodevil, en la plaza de la Bolsa. Y hace más de treinta años". "¡No tantos! ¡No tantos!", se asusta.
– Eche la cuenta, Maurice. Era por los años 73, 74, 75; estamos en 2006. Eche la cuenta.
– Pues sí, lleva razón. ¡Cómo pasa el tiempo! Pues usted no ha cambiado nada. Algo encanecido, pero si no...
– Encanecido, tuerto y cojo, pero si no, todo bien. Y ¿usted?
– Yo bien, lo de siempre. Me dijeron que se habían marchado todos a Madrid.
– Bastantes, sí. Yo también, pero he vuelto. Los hay que han muerto...
– ¿Sí? Ay, no somos eternos... ¿Quién?
– Xavier, por ejemplo.
– ¿Xavier? ¡Qué pena! ¡Ese sí que sabía beber! ¿Y el argentino aquel que iba siempre con él? El argentino con nombre ruso, o algo así.
– Osvaldo Tcherkaski. Volvió a Buenos Aires. Trabaja en un diario, como jefe de Internacional, creo. Está a punto de jubilarse.
 
No le digo a Maurice, interesado únicamente por los avatares de nuestra difunta tertulia, que recibí hace cosa de un mes el último –creo– libro de Osvaldo, titulado La ocupación, con subtítulo: 'Información y guerra. Un nuevo totalitarismo mundial'. La "ocupación" es, claro, la de Irak, y el "totalitarismo" el de Bush, enfocado aquí sobre todo bajo el ángulo de su dominio absoluto y de su bestial inquisición contra los medios de comunicación, y para demostrarlo cita abundantemente la prensa y la televisión gringas, que critican, con un poquitín más de honestidad intelectual que él, lo cual no es muy difícil, la política de la Casa Blanca.
 
Ni siquiera se da cuenta de su incoherencia, ni de su idiotez, puesto que, indignándose por el asesinato de la libertad de expresión en los USA, demuestra a cada página cuán viva y pujante está la libertad de crítica. Este libro que pretende ser una denuncia de la desinformación, la mentira y la propaganda es un modelo de mala fe, de propaganda comunistoide y de mentira.
 
En su delirio anticapitalista, Tcherkaski llega a considerar las actividades bursátiles como el peor de los terrorismos, y, según él, los atentados contra las Torres Gemelas son poca cosa comparadas al "derrumbe" de otras torres, las de la eléctrica Enron. Para comparar un atentado terrorista con casi 3.000 muertos y la quiebra fraudulenta de una empresa, descubierta y juzgada ante los tribunales, hay que ser ¿desalmado?; peor: imbécil. Y además no sólo es periodista, sino profesor de periodismo. Así va la prensa.
 
Apoyado en la barra de este bar de Montparnasse, mientras Maurice charla con otros clientes, me viene a la mente otro fraude, para mí más significativo. Era en la URSS, al final del periodo Breznev, y el director de una empresa textil, harto de fabricar eternamente los mismos trajes de hortera funcionario, que nadie quería, se puso a fabricar prendas infantiles a la moda occidental, que vendía de estraperlo. Ganó una fortuna, porque había una demanda impresionante. Para que no le denunciase un empleado –o por bondad–, convirtió a todos sus trabajadores en socios, y todos ganaron fortunas.
 
Pero el sabroso negocio fue descubierto y el director de esa fábrica textil, fusilado. Sí, fusilado. En tiempos de Breznev, a finales de su "reino"; o sea: ya bien iniciada la decadencia de la URSS se fusilaba a los empresarios que no cumplían el Plan, que no obedecían las leyes de la planificación socialista y que, precisamente por ello, ganaban fortunas. Ejemplo para meditar.
 
En los tiempos de nuestra tertulia en El Vodevil, Osvaldo era maoísta, y cuando despotricábamos contra la URSS estaba de acuerdo; en cambio, nos recitaba los editoriales de Pekín-Informa, que no le enviaba Joaquín Estefanía pero que compraba en ciertos quioscos del Barrio Latino. Por las últimas conversaciones que tuvimos, hoy es algo así como un nacionalsocialista argentino; curiosidad botánica o geológica, más vegetal que animal en todo caso.
 
Pero como Maurice es de origen polaco, pese a su nombre tan franchute, y compartíamos entusiasmo por Solidarnosc, le pregunto qué opina del juicio al general Jaruzelski en Varsovia. "Ya era hora", gruñe. Pues ese general golpista y comunista fue recibido, allá por los años 90, con todos los honores, en la Sorbona, por la crema y nata de la intelectualidad progre europea, y recuerdo los efusivos abrazos que compartió con un ex ministro Felipe González, enemigo íntimo de Alfonso Guerra. Emocionante espectáculo de dos lobos disfrazados de corderos, y riendo: "¡Que nos quiten lo bailao!".
 
Y también recuerdo cómo estando yo en Madrid cuando el golpe en Polonia, rodando para la TV francesa un reportaje sobre el "tejerazo", vimos la noticia de una manifestación de protesta ante la Embajada polaca, y nos llevamos el equipo para rodar. No hubo nada, esperamos tres horas y nada, ni nadie. Pero al día siguiente salió una foto en primera plana de El País que mostraba ¡la manifestación de protesta organizada por el PSOE! ¿De qué archivo habrán sacado esa foto? Así se realiza la información objetiva en la prensa "independiente" y de izquierdas.
 
Y ya que hablo de trampas y fotos, recuerdo otra que ilustraba un reportaje de Cambio 16 sobre las torturas en Argentina en tiempos de los coroneles. Se veía a un hombre desnudo, cabalgando, por así decir, una viga, maniatado y con una capucha cubriéndole la cabeza. "¿Le reconoces?", me preguntó, riendo, Elsa Ponvián. "¿Cómo le voy a reconocer?". "Pues es Fulano". Se trataba de un argentino, no recuerdo su nombre, redactor jefe adjunto del semanario. Y como me indignaba, Elsa, furiosa, exclamó: "¡No vas a negar que se tortura en Argentina!". "¡Lo que niego es que eso sea periodismo!".
 
Otro ejemplo, abundan, y éste muy reciente: hace pocos días anunciaba orgulloso El País que una de las cadenas de televisión del Imperio Polanco iba a retransmitir el único, verdadero, verídico y tremebundo testimonio sobre las torturas en Guantánamo, realizado por la TV británica. En realidad, se trata de una "reconstitución", con actores de complemento (como el argentino Fulano), rodada en un gran almacén de Londres.
 
Y a eso lo llaman verdad histórica. Parece como si fueran todos discípulos de Osvaldo Tcherkaski, a menos que el discípulo sea él.
 
"¿Qué piensa de la tregua de ETA?", me pregunta Maurice, cogiendo mi vaso vacío y poniendo otro, lleno. "Regalo de la casa", murmura. Nuestra tertulia, a mediados de los 70, se hizo famosa en El Vódevil y otros cafés no sólo por los litros de alcohol que bebíamos, también por nuestras acaloradas discusiones políticas. Los franceses no suelen gritar tanto.
 
¿Cómo explicarle en pocas palabras la trampa? "No creo que Francia acepte jamás cederles Bayona y Biarritz, o mejor dicho el departamento de los Pirineos Atlánticos, con un trozo del Béarn, como exigen". "¿Exigen eso? ¡Están locos!". No tanto: ya que consideran que han ganado y todo el mundo parece que les da razón, no tiene sentido que limiten sus ambiciones.
 
Salvo en Francia. Con un portentoso sentido de la solidaridad europea, Francia cierra sus fronteras: "Tregua" o no, que se las arreglen allende los Pirineos. Y no es por casualidad si, por ejemplo, el número de Le Figaro del 5 de abril alerta a la opinión pública: "ETA no quiere devolver sus armas en Francia". Y a propósito de una reunión de "las familias de los presos" que tuvo lugar en Biarritz el 26 de marzo, comenta los infraestructuras etarras en Francia, que pese a los golpes y detenciones siguen vigentes y peligrosas.
 
Está clarísimo que nadie en Francia trata del problema del terrorismo etarra de la misma manera según se sitúe en Francia o en España. Puede incluso que esto se convierta en positivo, teniendo en cuenta la rendición del Gobierno zapaterista.
 
En este gigantesco jeu de dupes, y ya que se cita como ejemplo al IRA, que no ha devuelto todas sus armas puesto que sigue matando, asesinato de Donaldson hace unos días, y asaltando bancos, ETA, que no ha entregado ni una sola pistola, también puede imitar a otras organizaciones terroristas y, a la vez que finge mantener la tregua y convertirse en partido político, lanzar sus cachorros con bombas a la menor dificultad, y no faltarán, con máscaras ya muy vistas, como ETA (h) (por histórica) o ETA (r) (por reconstruida). No, nada ha terminado.
 
Salgo del bar con morriña. Es de noche y hace frío. "Blues in the night". Ponme un disco de Frank Sinatra, por favor.
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